Una de las reacciones más comunes de quienes escuchan por primera vez acerca de la asexualidad es preguntar si acaso no se tratará más bien de una enfermedad o trastorno no diagnosticado. Dado que el deseo e interés en las relaciones sexuales es considerado algo natural y necesario para todos los seres humanos, como el sueño o el hambre, cualquiera que manifieste un sentimiento que no calce en esa norma se enfrenta a comentarios recomendándole que visite a un terapeuta, se haga un chequeo hormonal, o pida un examen para comprobar si tiene un tumor cerebral porque según vieron en la serie «House M.D.»…
Esto podría terminar solo en una anécdota, una más de las formas en que la asexualidad se suele negar en lo cotidiano, si no fuera porque estos comentarios son muchas veces respaldados y llevados a la práctica por profesionales relacionades al área de la salud. Numerosas son las historias que llegan a nuestras comunidades de personas a quienes médicos y terapeutas intentaron ayudar a «solucionar su problema», cualquiera sea el problema que hayan creído identificar.
Sigue leyendo